CNW Sestao 13 – 16 Club Natación Maristas
El del domingo fue un partido especial. No se enfrentaban los dos mejores equipos del mundo. No estaba en juego ningún campeonato o final. Sólo eran tres puntos. Lo peculiar de esta ocasión es que se veían las caras dos clubes con distintos bagajes, trayectorias y proyectos, pero unidos por un conjunto femenino que comparte el nombre y la identidad de ambos: Maristas – Sestao.
Con unas gradas a rebosar, algo más propio de la primera división croata o serbia que de la segunda de Euskal Herria, comenzó el encuentro. En el agua había más de un viejo conocido, quizás por eso se mantenían las distancias. Poco antes de cumplirse el segundo minuto Aritz abría la lata para adelantar a los visitantes. El empate no tardaría mucho en llegar y en la siguiente posesión Iñaki igualaba la contienda. Los bilbaínos pondrían tierra de por medio con un par de goles. Robles de penalti acercaría a los locales en el marcador, si bien Arkaitz les endosaría un nuevo tanto. Parcial inicial de 2 – 4.
Como si de una sonata se tratara el ritmo fue in crescendo. Las acciones de uno rápidamente eran contrarrestadas por el otro. El diez sestaotarra acortaría otra vez la desventaja al máximo. Los de Maristas respondieron con un par de dianas más. Endika no quería dejar escapar el partido y sumó el primero de sus cuatro goles, aunque los de la capital vizcaína anotaron antes de concluir el cuarto. Marcador al descanso 4 – 7.
Tras la reanudación, arengados por el ensordecedor ruido de bombos y turutas, los verdinegros sacaron lo mejor de si mismo. Parcial de 4 – 0 (cerrado por un chut de Altuna que se coló por la escuadra) para ponerse por primera por delante. Les llevó casi cinco minutos espabilar a los de Imanol; Boto puso las tablas. Robles volvió a dar aire a los suyos. Los visitantes no habían dicho la última palabra y transformaron dos jugadas. Tercer periodo 5 – 3, para un 9 – 10 global.
Todo se decidiría en los últimos siete minutos. Maristas tomaría cierto respiro añadiendo otro tanto a su cuenta. Julen haría lo propio para el CNW Sestao. Arkaitz rubricaría su triplete aumentando la ventaja blanquiazul. Robles trató de empujar a sus compañeros en aras de la victoria y perforó la malla rival por dos veces. La igualdad era máxima, tanto en juego, como en ocasiones y ganas. Pero, las oportunidades no se pueden dejar escapar. Tras una pérdida de balón los visitantes tomaron ventaja y, de forma casi inmediata, la ampliaron. Endika se resistía y selló su póker de goles, aunque Andoni y Adrián sentenciaron la contienda. Final. 13 – 16. Los tres puntos se fueron de casa.
Si cualquier choque es duro, lo es más aún cuando delante está un adversario con el que se está hermanado de alguno u otro modo. Eso sí, ambos dieron una lección de profesionalidad guardándose respeto mutuo en todo momento. El CNW Sestao, pese a no cosechar el triunfo, disputó el partido más serio y ordenado en lo que va de liga. Siguiente encuentro domingo 10, a partir de las 11:30 horas en Las Llanas (Sestao), frente a Lautada Urpolo Gasteiz.
* Al finalizar el partido se vivió uno de los momentos más emotivos de la temporada. Ambos clubes (tanto los equipos masculinos como el femenino), posando alineados, ofrecieron un detalle a los hermanos Unai y Arrate, jugadores del equipo. El domingo se cumplía un año de la pérdida su ama, Emi. La familia Antuñano-Martín fue fundamental para la creación y desarrollo de un club de waterpolo en Sestao. Sin ella no hubiese sido posible. Todos los asistentes en pie se sumaron al reconocimiento con un sentido y caluroso aplauso. Humildemente, todo el CNW Sestao dedica esta crónica a ella, su labor, esfuerzo y entrega. Gracias Emi.
Ficha técnica:
Club Natación Maristas
Joseba (Portero) Markel (2), Edu, Arkaitz (3), Xabier, Adrián (2), Boto (3), Iñigo, Aritz(3), Oier, Andoni (3) y Aner.
Entrenador: Imanol Ortiz
CNW Sestao
Ibon (Portero), Gari, Iker, David, Beñat, Julen (1), Endika (4), Altuna (1), Hartzea, Robles (5), Iñaki (2), Peñalba y Aritz ‘Culebra’.
Entrenador: Eduardo Hurtado
Colegiados: M. Ogara y A. Castro
Bernar Peláez